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Salvador de Bahía regala imágenes inolvidables, una panorámica de cuerpos esculturales paseándose a medio vestir por la ciudad, ventanas de las que salen los ritmos más variados, bares legendarios, edificios para admirar que nos cuentan que sin duda esta ciudad fue hija de la época colonial y todo, todo acompañado por el paisaje peninsular increíblemente bello que hace que las olas turquesas sean las carceleras de este sueño… porque en Salvador de Bahía, todo es de otro mundo.
Una de las tantas paradas de inigualable belleza que ofrece el carioca Brasil, es justamente Salvador de Bahía. Se ubica en la Península de Todos los Santos, sobre el oleaje encantador que trae el Atlántico.
Salvador de Bahía fue fundada por Tomé de Sousa, y desde allí no paró nunca de crecer. Hasta 1763 mantuvo la categoría de capital de Brasil, en sus calles se cultivaban los intelectuales independentistas, que se enfrentaron a la resistencia portuguesa.
En esta bonita ciudad la distribución de sus calles marca un estilo muy propio. En cada rincón quedaron los vestigios de la antigua Salvador, capital de la colonia. Cuenta entre otras cosas con la primera universidad y la primera catedral; dos majestuosas construcciones que se han convertido en emblemas de la ciudad.
Además de una hermosa parte céntrica, Salvador cuenta con unas magníficas playas y grandes atracciones para un público variado. Por supuesto que para aquellos que vayan con un grupo de amigos las posibilidades se extienden: la noche en Salvador de Bahía no escapa a los ritmos y los excesos, nunca faltarán tragos ni bellísimas garotas.
El pueblo, la gente de Salvador de Bahía es otro de los grandes atractivos. Alegres por naturaleza y sumamente amistosos, los residentes de esta urbe acompañan el espíritu festivo de sus huéspedes durante todo el año. Nunca se deja de ver gente bailando o riendo a carcajadas, un don que los brasileños han sabido demostrar y una cualidad que los distingue. Además, la sociedad salvadoreña está constituida por una mezcla cultural que la hace aún más interesante.
No importa cuál sean las posibilidades de tu viaje, Salvador va a ser siempre un destino excelente, tanto para aquellos que van a disfrutar del lujo, como para los que se animan al auto-stop y la supervivencia. Aquí se combinan restaurantes de gran nivel con antros de precios muy accesibles y en ambos lugares se las ingenian para que te sientas muy a gusto.
Este aire tropical que se vive en cada esquina de la ciudad también se manifiesta en su clima: la cercanía de Salvador con la línea ecuatorial hace que su temperatura promedio sea de 25ºC y por ser marítima nunca falta el aire fresco que trae el Atlántico.
Cultura, un poco de África en Brasil
La cultura africana se siente en muchos aspectos de la vida cotidiana en Salvador de Bahía. Sin embargo, el pueblo del Salvador es el resultado de tres orígenes: el indio, el afro y el europeo. Esto se debe a que fue uno de los principales centros de distribución de esclavos en la colonia. Por su puerto ingresaban anualmente miles de africanos que eran vendidos tanto dentro del Imperio portugués como también en las principales ciudades del Imperio español.
La influencia afro se siente en diferentes actividades, pero sobre todo en la música, los bailes y los rituales. Aquí la danza capoeira encuentra su máxima expresión. Sus carnavales logran lo que a simple vista parece imposible: que las dos partes bien marcadas y bien distantes de su sociedad se unifiquen bajo el canto y el baile.
Otra de las características de esta ciudad es la cantidad de iglesias que tiene. Realmente sería imposible nombrarlas o recorrerlas a todas: suman más de trescientas cincuenta, lo que demuestra que es un pueblo realmente devoto al catolicismo.
Calles y avenidas salvadoreñas
Las calles de Salvador guardan mucha historia, sobre todo en la zona céntrica donde algunos de los edificios más importantes de la ciudad conservan muchos aspectos de la época colonial y no sólo en sus fachadas, algunos fueron convertidos en museos. En la rúa Carlos Gómez no es extraño ver edificaciones de diferentes estilos. En esta misma zona también está la calle Chile, una de las primeras vías en construirse al momento de fundar la ciudad. Es una zona de comercios donde décadas atrás se reunían los personajes más importantes de la ciudad.
Siguiendo el recorrido por esta parte de Salvador de Bahía encontramos la Rua da Forca, calle que llevaba a la horca y que conoció a los más desafortunados de la ciudad; y la calle Gamboa, que es uno de los paseos públicos de mayor importancia.
En la calle Das Merces, se ubica el convento de Nuestra Señora de la Merced. Es una visita muy recomendada ya que el edificio es realmente impactante.
En la calle Monte del Consejo ancontecieron algunos de los hechos más significativos de la sociedad salvadoreña. En los tiempos en que las potencias europeas luchaban por el dominio de las principales colonias de sus oponentes, Portugal y Holanda se enfrentaron en las costas de Salvador y en esta calle se organizó la resistencia al ataque invasor.
Cerca de allí, en la calle Rua Do Pilar se puede visitar uno de los conventos más importantes de la ciudad –en este caso el de Nuestra Señora del Pilar–. Además de este bonito edificio, podrás admirar muchas casonas de inquilinos y algunos comercios con gran valor histórico.
La calle Politeama fue testigo de la existencia de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad: el Politeama Bahiano, una hermosa construcción abocada a la cultura, que fue finalmente demolida en la década del treinta.
Así como las calles nos hablan de las historias de la ciudad, sus principales avenidas también. Así, la Avenida Antonio Carlos Magalhaes cumple una función fundamental: no sólo es la vía más ancha de la ciudad y por lo tanto la que desagota el tráfico, sino que además en sus aceras se levantan los comercios más importantes. La Avenida Bonocó concentra algunos de los sitios donde antiguamente se realizaban rituales, mientras que la vía Coutinho es la puerta de acceso y de salida a Salvador.
En cuanto a belleza estética, nada más bonito que la avenida Do Bonfim. En ella las palmeras que dividen los carriles recuerdan a las más lindas avenidas de las grandes vías del primer mundo.
Para terminar, la avenida 7 de Septiembre concentra gran parte de los sitios históricos de interés, es por eso que se eligió la fecha de la independencia brasileña para denominarla. También, cercano a la costa existe un elevador, para poder tener una vista panorámica privilegiada de la playa y la ciudad.
Los diecisiete barrios
Los barrios nos hablan de las culturas variadas que integran la sociedad. Cuando apenas la fundaron, Salvador de Bahía apenas ocupaba la zona que hoy constituye su casco histórico. Luego, por razones de espacio se fueron planeando otros barrios en donde se instalaron sobre todo los conventos. Ya con las oleadas inmigratorias la cosa fue tomando una tonalidad espontánea que fue formando otra ciudad nueva, pero en la que se conservaron los rasgos de la primogénita.
Entre los diecisiete barrios que conforman hoy la ciudad se destacan: Barbalho, Barris, Bonfim, Brotas, Calçada, Carmo, Fazenda Garcia, Itapagipe, Itapuâ, Liberdade, Piatâ, Pirajá, Pituaçu, Pitaba y Ribeira.
Gastronomía
A la comida de Salvador de Bahía se la conoce como "cocina Bahiana". Es sin duda una de las más exquisitas del continente. La mayor parte de los platos que se presentan y se sirven son de origen africano. Quedaron como legado de aquellos tiempos en los que las esclavas eran las que estaban a cargo de la cocina en los hogares, por lo que entre los ingredientes más usados abundan el maíz y la mandioca.
Por su cualidad de ciudad-puerto también se sirven muchos alimentos a base de pescado. Las formas de preparación fueron un legado de la población portuguesa que vino a vivir aquí.
La variedad de restaurantes y bares en Salvador de Bahía permite probar todos los platos típicos con varias opciones para elegir entre calidad, precio y estilo gastronómico. También puedes acercarte a los mercados en los que podrás probar las comidas al paso y bebidas refrescantes más populares del lugar. Esto mismo ocurre en las playas, donde es casi una obligación adquirir uno de los exquisitos tragos que se ofrecen en los paradores.
Para los amantes de la comida internacional también hay sitios especiales, restaurantes de comida europea y oriental se encuentran entre las calles de Salvador a montones.
La guía:
Transporte
Con tanta belleza presente en las calles de la ciudad sería un pecado tomar un autobús o un taxi, se recomiendan las largas caminatas para que no quede ni un rinconcito sin conocer.
Salud
Esta ciudad está muy bien preparada para el turismo, por lo que no es necesario darse ninguna vacuna especial antes de arribar. Además puedes contar con el servicio de salud pública.
Seguridad
Se recomienda andar bien atento, Salvador de Bahía no escapa a los problemas sociales que se conocen públicamente sobre este país, hay que evitar los suburbios y las ostentaciones.